Del brunch al afterwork. Los nuevos momentos de consumo
El café de primera hora del día, el desayuno, el aperitivo o el vermut, la comida, el café de media tarde, la cena o la última copa. En España siempre nos ha gustado tener un buen motivo para reunirnos y disfrutar alrededor de una mesa (o en la barra de un bar), pero ahora, y desde hace ya algún tiempo, por si fueran pocos los momentos de consumo ya implantado, importamos y nos apropiamos de nuevos espacios para deleitarnos gastronómicamente: desde el brunch matutino, al tardeo o afterwork tardío.
Y es que, si sabemos hacer algo bien en la hostelería de este país es adaptarnos a las necesidades y preferencias de nuestros comensales. Y ahora, las nuevas generaciones nos empujan a ofrecer desayunos contundentes y tardíos (brunch), y la copa y tapa de final de tarde (afterwork). Han llegado para quedarse, y la mejor forma de afrontarlo es aprovechando y sacando el máximo partido a estos nuevos momentos de consumo. Pero ¿cómo hacerlo sin fracasar en el intento?
Porque ni el brunch es un desayuno servido a las 12 de la mañana, ni el afterwork es un cafelito con pastas secas a las 5 de la tarde. Veamos, entonces, las claves de estas tendencias.