Postre Churros Twister

Para desayunar, para merendar o a altas horas de la madrugada después de una larga noche de feria.

Los churros son una dulce tradición que en España siempre se han asociado a estos momentos de consumo, sin embargo, desde Maheso proponemos introducir el churro en la carta de postres, combinándolo con divertidas propuestas.

No en vano, en Maheso somos maestros churreros y nuestro conocimiento y pasión por este producto es más que conocida. Precisamente, nuestra gama de churros y porras es copiosa.

Esta vez hemos querido innovar y presentamos una novedad que gustará hasta a los más puristas: los churros Twister. Se trata de dos churros entrelazados, rellenos de una cremosa crema de cacao de avellana. Unos churros que por sí solos ya son una delicia, pero que, con unos buenos acompañantes, pueden convertirse en el postre estrella de cualquier establecimiento culinario.

Así lo demuestra nuestro chef ejecutivo y asesor culinario, José Francisco Parejo. Con esta presentación de los churros Twister, no habrá quién se resista.

A la textura crujiente de los churros se añade la frescura de las frutas y del helado, en una combinación 100% ideada para los más golosos.

Tiempo: 5’

Dificultad: Baja

Ingredientes:

Churros twister de Maheso.
Fruta cortada: kiwi, plátano.
Frutos rojos: moras, arándanos, frambuesas.
Galleta.
Helado de frambuesa.
Cacao en polvo.
Sopa de chocolate blanco (nata y chocolate blanco batido).

Preparación:

1. Hacer el churro twister en una freidora con aceite a 180ºC durante unos 3 minutos. Sacarlo y reservar en un plato con papel absorbente para eliminar el posible exceso de aceite.

2. En un plato hondo amplio verter en el fondo la sopa de chocolate blanco.

3. Por encima ir colocando las frutas de manera decorativa.

4. Picar unas galletas María y espolvorear por encima de la fruta, y encima, una bola de helado.

5. Con un colador, espolvorear el cacao por encima.

6. Finalmente, colocar un par de churros Twister.

El producto estrella

El churro Twister son dos churros entrelazados con un exquisito relleno de crema de cacao con avellanas y con estrías. Es un churro diferente en su forma, pero con la misma jugosidad interior y textura crujiente exterior de los churros de siempre.